Silencio, comienza a florecer la rosa negra de un amor emergente.
Pasión acompaña al elegante color negro y la tentación juega con acariciar pétalos.
Pero al parecer esta está marchita, no emerge sino muere. No obstante aún guarda la pasión escondida en su interior cubierta por pétalos intactos, allí queda amor, más quien osará atravesar los pétalos marchitos por el dolor y la tristeza.
Tal vez alguien llegue a trepar por sus espinas sin pincharse y se atreva a alcanzar algún decrépito pétalo pero ahí decide si se rinde o hace que el extraño y siniestro ser que custodia el camino hasta el corazón le acompañe para caminar juntos por el presente vivido.
Ahora en tus manos queda revivir a aquella misteriosa flor o dejarla morir, aunque si no lo tienes claro es mejor retirarse a tiempo, por tu bien y por su bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario